martes, 1 de septiembre de 2015

Imaginería ovetense: Nuestro Padre Jesús Nazareno



Nuestro Padre Jesús Nazareno es el titular de la Hermandad y Cofradía que lleva su nombre, y tiene su sede canónica en la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán de Oviedo, en donde comparte capilla con las imágenes de Jesús Resucitado y de un Cristo Yacente, tan presente en los conventos dominicos.



Lourdes Álvarez Amandi en su artículo - Manifestaciones artísticas en la Semana Santa ovetense (2006) - habla sobre esta venerada imagen de la Semana de Pasión que procesiona el Miércoles Santo: "Aunque la autoría de la imagen del Nazareno no está documentada, el profesor Germán Ramallo ha reconocido la huella de Antonio de Borja en los rasgos estilísticos y al parecer, según el mismo autor, esta imagen precedía de otra capilla de la ciudad, hoy desaparecida. Es una imagen de vestir, por lo que únicamente lleva labrados el rostro, las manos y los pies y se complemente con postizos (peluca y corona de espinas superpuesta); el rostro está trabajada con gran minuciosidad y el óvalo facial, la nariz, el entrecejo y el amaneramiento de sus finas y huesudas manos son muy similares a las de otras imágenes salidas de su gubia, como los nazarenos realizados para Gijón y Candás.




Pese a que la peluca que lleva en la actualidad no permite percibir claramente la expresión del rostro, éste presenta una perfecta sensación de dolor y agotamiento, acentuada por la curvatura de la espalda. Se intuye una falta de dominio de esta nueva iconografía ya que en el momento en que la pieza fue realizada, este modelo no estaba muy definido y además, se pretendía que los nazarenos de bastidor pudiesen erguirse para convertirlos en Cristo atados a la columna, de modo que la mayoría presentaban un ligera curvatura hacia adelante y las manos muy juntas".





En cuanto a lo que apunta en su artículo Lourdes Álvarez, sobre sobre el hecho de que el modelo iconográfico de Jesús con la cruz al hombro no estaba definido, y de ahí que se intuya una falta de dominio por parte del autor ("...en el  momento en que la pieza fue realizada, este modelo no estaba muy definido..."), hay que decir que Antonio de Borja, de quien Germán Ramallo ha reconocido su huella en el Nazareno de los Dominicos de Oviedo, vivió entre 1660 y 1730, período en el que el modelo de Nazareno ya estaba plenamente establecido con imágenes en Sevilla como la de Nuestro Padre Jesús de la Pasión (obra del año 1615 de Juan Martínez Montañés) o Nuestro Padre Jesús del Gran Poder (obra de Juan de Mesa del año 1620), sin olvidar por supuesto, a Gregorio Fernández en la Escuela Castellana. 


Nuestro Padre Jesús Nazareno sobre su paso tras su salida de Santo Domingo
(Fotografía: El Comercio)

Por tanto, en relación a las razones de la falta de dominio, apuntadas por Lourdes Álvarez, en esta iconografía por parte del escultor, tenemos que indicar que se deben a otras causas, y no al hecho de que no estuvieran establecidos los modelos iconográficos de Jesús Nazareno que, para la época en que vivió Antonio de Borja, sí que lo estaban.


No hay comentarios:

Publicar un comentario