Sede canónica: Iglesia conventual de Santo Domingo.
Paso: Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Estación de penitencia: Atardecer del Miércoles Santo.
Hábito: Túnica y cubrerrostro morado, cíngulo amarillo.
Los actos procesionales que recorren siglo a siglo las calles de nuestras ciudades y de los pueblos más recónditos son fruto de la historia de los pueblos, de sus raíces y tradiciones, porque lo hicieron nuestros antepasados y porque también los cristianos de hoy estamos orgullosos de manifestar abiertamente aquello en lo que creemos y esperamos.